Personas y tecnología
La tecnología cobra sentido cuando está al servicio de las personas, impulsando su bienestar, ampliando sus capacidades y construyendo un futuro más inclusivo y sostenible.
La tecnología cobra sentido cuando está al servicio de las personas, impulsando su bienestar, ampliando sus capacidades y construyendo un futuro más inclusivo y sostenible.
La Inteligencia Artificial supone actualmente una fuerza disruptiva en una amplia variedad de sectores lo que está llevando a la reconfiguración de los negocios, la economía y la sociedad al transformar las experiencias y las relaciones entre empresas, administración públicas y ciudadanía.
En CTIC desarrollamos proyectos e iniciativas innovadoras basadas en tecnologías de IA, teniendo siempre presentes las necesidades y características específicas de las personas usuarias, y su contexto. Nuestro objetivo es claro: innovar en el mundo real, mejorando y ampliando las capacidades humanas para el bien de nuestros productos, clientes y sociedad en general. En definitiva, mejorando así la calidad de vida mediante un enfoque centrado en la persona.
Con estas iniciativas, promovemos el envejecimiento activo, contribuyendo a mejorar la salud, la participación y la seguridad, incorporando innovación para favorecer la autonomía, competencias y bienestar (tanto físico como mental) personal, principalmente de las personas de mayor edad.
En 2050 la proporción de la población mundial con más de 60 años será de 2.000 millones. España contará con 49 millones de habitantes en 2033, de los que uno de cada cuatro tendrá 65 años o más, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el e Instituto Nacional de Estadística (INE). Es necesario investigar y desarrollar tecnologías que den respuesta a estos retos sociales y económicos, contribuyendo directamente a mejorar la calidad de vida de las personas.
La transformación digital avanza a gran velocidad, y con ella surgen también riesgos asociados al uso de las TIC, por ello, fomentar un uso seguro, responsable y crítico de la tecnología es uno de los ejes principales de CTIC.
Desde la protección de datos personales hasta la prevención de fraudes y el cuidado de la identidad digital, impulsamos iniciativas que ayudan a construir entornos más confiables y resilientes.
Promover las competencias digitales no significa únicamente aprender a usar herramientas tecnológicas, sino adquirir las habilidades necesarias para participar activamente en la sociedad, acceder a nuevas oportunidades y ejercer una ciudadanía digital plena.
La tecnología está transformando nuestra forma de comunicarnos, trabajar y relacionarnos y progreso también nos plantea dilemas éticos que deben considerarse: la gestión de la privacidad y los datos personales hasta el impacto de la Inteligencia Artificial en la toma de decisiones o la necesidad de garantizar un acceso equitativo a las oportunidades digitales. En CTIC, trabajamos para que el desarrollo y aplicación de las TIC siempre estén guiados por principios de responsabilidad, transparencia y respeto a las personas.
Entendemos la ética digital no solo como una obligación, sino como una oportunidad clave para construir confianza. Por ello, promovemos marcos de reflexión y acción que permiten a empresas, administraciones y ciudadanía:
Nuestra labor abarca tanto la investigación como la sensibilización. Acompañamos a organizaciones en la incorporación de principios éticos en sus procesos de innovación. Al mismo tiempo, buscamos que la sociedad pueda comprender mejor los retos y oportunidades que implica el uso de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial, el Big Data o la automatización.
Apostamos firmemente por una tecnología centrada en las personas: no solo eficaz y avanzada, sino también justa, confiable y alineada con los valores de una sociedad democrática. Porque la ética no es un añadido en la innovación digital: es la base fundamental que asegura su verdadero sentido y su legitimidad social.
Comprender y gestionar el impacto social y económico de las TIC es fundamental para aprovechar todo su potencial transformador. Una tecnología orientada al bien común no solo impulsa la productividad, sino que contribuye a construir comunidades más cohesionadas, resilientes y preparadas para los retos del mañana.
Su impacto se refleja tanto en la creación de nuevas oportunidades económicas como en la mejora de la calidad de vida de las personas.
En CTIC analizamos, medimos y potenciamos este impacto, con el objetivo de que los beneficios de la digitalización se distribuyan de forma equilibrada y sostenible en la sociedad.