La computación cuántica se basa en el uso de qbits en lugar de bits, y está integrada por la computación, la ciberseguridad, la criptografía, la sensórica y la algorítmica. Esta tecnología abre las puertas a cálculos de alta complejidad pero también la oportunidad de hallar soluciones a problemas de distintos sectores.
Grandes empresas ya utilizan esta tecnología, demostrando su utilidad en sectores como la banca y las finanzas, la automoción, la química y farmacología entre otros. La computación cuántica, además, tiene un enorme potencial para ser aplicada a la resolución de grandes desafíos, como la lucha contra el Cambio Climático, y se le augura un impacto revolucionario. También puede aplicarse en la búsqueda de materiales más ligeros, fuertes y aislantes que reducen las emisiones de edificios y medios de transporte o como ayuda para la reducción del consumo energético en la producción de fertilizantes, haciendo más eficientes los sistemas de producción.
En CTIC tenemos una línea de especialización dedicada a la computación cuántica integrada por profesionales de la Informática, Matemáticas e Ingeniería y, además, desde 2019 contamos con la ayuda de ISAAC (Infraestructura Avanzada para la Simulación Cuántica), una potente supercomputadora de simulación cuántica que sitúa nuestro equipo de a la vanguardia, convirtiendo a CTIC en el centro tecnológico español con mayor capacidad de simulación en computación cuántica y en uno de los más avanzados a nivel europeo.
